AMANECER........


Abres los ojos por  la  mañana  y  el  día te espera con un lote de tareas que te viene largo. Piensas en él y se intensifican la desgana y el cansancio, el  cuerpo  te  pesa  y  la  cabeza  esta  hueca
Esto nos ocurre a todos alguna vez. En especial, algunos  lunes,  o  cuando llevamos una temporada esforzándonos (sin reponernos del desgaste) o cuando entramos en una rutina rígida, con poca variedad.



La desgana es algo que te atrapa de  vez en cuando, te puedes recuperar del bache con esos remedios que ya conoces: pasear,   ir al cine, charlar con los amigos, hacer ejercicio, etc.
Cuando no tomas la iniciativa de descansar o de hacer actividades que te gustan voluntariamente, la mente y el cuerpo deciden por ti. Y entonces es cuando “ellos” te paran,  no  son  incansables.
Si continúas a piñón fijo, desoyendo lo que te pide el cuerpo, la situación es probable que empeore.
Vale. Puede que tú seas una de esas personas activas, que se resisten a hacer el vago. Puede que sientas culpa, al pensar que estás desatendiendo tus responsabilidades.
Pero es que una de tus principales responsabilidades es
cuidar de ti. Y, no. No tienes porqué hacer el vago. No tienes porqué tirarte en el sofá  limitándote a respirar. Basta con que te des un espacio para realizar actividades diferentes.
Un espacio al margen de tus tareas rutinarias. No importa que sea breve. Lo que sí ha de ser es agradable y lo suficientemente tranquilo como para que puedas prestar atención a lo que tu voz interior te dice.
Tal vez te diga que quiere un cambio o que le gustaría que pasaras más momentos así, haciendo lo que te gusta.
Date ese espacio. No  es  ninguna  tontería,  libera  pensamientos,  tiempo,  llenándolos  de  cosas  que  te  gustan  hacer,  escúchate.   Ayúdate para que la desgana y el cansancio comiencen a desvanecerse.
Es  muy  fácil  que  esa  desgana  y  cansancio  entren  en  tu  vida  si  no  cambias  los  ritmos........ "el  siempre  igual"  es un  gran  enemigo.

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