AMANECER........
Abres los ojos por la mañana y el día te espera con un lote de tareas que te viene largo. Piensas en él y se intensifican la desgana y el cansancio, el cuerpo te pesa y la cabeza esta hueca
Esto nos ocurre a todos alguna vez. En especial, algunos lunes, o cuando llevamos una temporada esforzándonos (sin reponernos del desgaste) o cuando entramos en una rutina rígida, con poca variedad.
Cuando no tomas la iniciativa de descansar o de hacer actividades que te gustan voluntariamente, la mente y el cuerpo deciden por ti. Y entonces es cuando “ellos” te paran, no son incansables.
Si continúas a piñón fijo, desoyendo lo que te pide el cuerpo, la situación es probable que empeore.
Vale. Puede que tú seas una de esas personas activas, que se resisten a hacer el vago. Puede que sientas culpa, al pensar que estás desatendiendo tus responsabilidades.
Pero es que una de tus principales responsabilidades es
Un espacio al margen de tus tareas rutinarias. No importa que sea breve. Lo que sí ha de ser es agradable y lo suficientemente tranquilo como para que puedas prestar atención a lo que tu voz interior te dice.
Tal vez te diga que quiere un cambio o que le gustaría que pasaras más momentos así, haciendo lo que te gusta.
Date ese espacio. No es ninguna tontería, libera pensamientos, tiempo, llenándolos de cosas que te gustan hacer, escúchate. Ayúdate para que la desgana y el cansancio comiencen a desvanecerse.
Es muy fácil que esa desgana y cansancio entren en tu vida si no cambias los ritmos........ "el siempre igual" es un gran enemigo.