QUE TE INSPIRA UN REALITY SHOWS


Los reality shows  roban los horarios estelares de la televisión en muchos países. El gancho de estos programas es presentar personas “reales” (no actores) con problemas “reales”. Algo así como la vida cotidiana. En realidad, muchas veces, no tienen nada de cotidiano y mucho menos de real.



A medida que ha ido pasando el tiempo se vuelven más provocativos, más extremos,  más desenfadados,  un  lenguaje  obsceno,  actitudes  nada   
respetuosas  y más explícitos en su contenido. Esta  permitido  todo, y  cuanto  más  sensual  sea....mejor.  Ya  me  gustaría  conocer  en  la  vida  normal  a  estas  personas,  pues  cuando  salen  sus  familias,  no  parece  que  puedan  actuar  así  en  sus  casas. O  no  les  da  vergüenza  verlos  en  esas  situaciones  publicas.

 Aún no se tiene muy claro por qué este tipo de programas tiene tanto éxito. Después  de  un   numero  considerable  de  programas,  se  esfuman  en  el  tiempo....y  ¿para  qué  ha  servido?  para  conocer  sus  reacciones,  sus  modos,  sus  malas  maneras,  su  vacío  de  vida....... la autenticidad de las emociones de los participantes, las situaciones a las que los someten, la curiosidad, el ego, la juventud, la belleza, las ganas de figurar y por supuesto el factor monetario. Sea como sea, estos programas están presentes en nuestras vidas, sobre todo, en la de adolescentes y adultos jóvenes, influenciándolas.

No pretendo decir qué ver y qué no ver en televisión, para eso existe la libertad, el discernimiento y la madurez. Pero sí intento dejar claras algunas cosas que este tipo de programas no están dejando ver,   pues confunden mucho, sobre todo a los más jóvenes., provocan.

Arman una realidad que no existe. Además si una cámara te está siguiendo todo el tiempo y sabes que miles o millones de personas te están viendo, eso de la autenticidad es un poco dudoso, ¿no? Hay varios factores que apuntan a que el simple hecho de saber que alguien te mira, impacta directamente en tu comportamiento y al final terminas actuando, no siendo auténtico. 

Puede que sea muy complicado establecer una relación sentimental sincera y con miras a futuro en nuestros días, pero vale la pena tener el valor de lanzarse en su búsqueda. El amor no se conforma con «un poco de entendimiento y algo de cariño». El amor lo es todo, total entrega y total aceptación.

Para lograr una relación en la que dos personas sean capaces de comunicarse y de volverse “íntimas” no es necesario mostrarse sin ropa. La entrega personal y el conocimiento personal implica muchísimo más. Quemar etapas incluso podría ir en contra. El estar sin ropa te puede volver vulnerable pero también te puede volver sinvergüenza, y puede llegar a darte lo mismo si te ven vestido o no. Tu intimidad, quien verdaderamente eres, no la vas a poder comunicar de esta manera, es más, tal vez con ese comportamiento solo logres despersonalizarte y volverte incapaz de reconocerte a ti mismo.

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