EL POR QUÉ DE LOS NIÑOS
Un niño es una mente en blanco que llega a este mundo sin saber muy bien cómo funciona esto.
Por naturaleza los niños son curiosos. No saben nada y quieren aprender cómo funciona el mundo en el que viven. Por este motivo por su mente pasan multitud de pensamientos que no tienen respuesta. Esta capacidad muchas veces se confunde con niños entrometidos. Pero todo lo contrario, gracias a esta habilidad para cuestionarse las cosas los niños pueden convertirse en personas reflexivas.
Los padres deben saber cómo sacar el mayor beneficio de la curiosidad de sus hijos y estimularlos tanto como les sea posible. En la vida cotidiana sucederán muchas cosas que van a hacer que los niños pregunten, por qué? es la frase habitual, por qué y porqué..... por qué arden las cosas o por qué llueve cuando hay nubes..... y un largo etc. Será en estos momentos cuando los mayores deberán aportar el conocimiento que tengan y tratar de hacerlos comprender estas nociones básicas.
Lo peor es callarlos, o no me interrumpas, o ya te lo contaré......dando largas a lo que para ellos es muy importante.
Es más, en estos tiempos de tecnología, les es muy fácil acceder a internet y conocer aquello que no saben, por ellos mismos o por sus amigos.
Son momentos de no perder la oportunidad y saber cuales son sus inquietudes, problemas, lo que tienen en su cabeza, o como resolver lo que no entienden.
No te pierdas esas ocasiones.