MIREIA BELMONTE (II)
Exhausta pero con una ingobernable felicidad en el cuerpo. Era el sentimiento de Mireia Belmonte tras conquistar en los 800 libre su segunda medalla de plata en los Juegos de Londres. "En los últimos 100 metros no me notaba las piernas, quería vomitar", dijo en zona mixta.
"Los primeros 400 metros no iba fácil. Iba con reserva pero he dicho: 'Ésta es la mía, tengo que ir fuerte'. He intentado no ponerme muy tensa, relajarme un poco y no subir mucho la frecuencia", pormenorizó.
"Se trataba de no perder más de medio cuerpo porque si no luego era muy difícil recuperar. Y en la segunda parte de la prueba he ido adelantando a Adlington, a Lotte Friis y he dicho: 'Esto no me puede estar pasando. Pero qué pasa aquí. O yo me encuentro muy bien o las otras muy mal'
La medalla de plata se notaba mucho a la hora de nadar. Me ha dado mucha confianza y hoy he salido a intentar dar lo que podía. A ver si puedo dormir hoy, pero bueno, ahora toca disfrutar un poco de Londres porque todavía no he salido de la Villa. Sólo he hecho el trayecto piscina, comedor, autobús".
"Los primeros 400 metros no iba fácil. Iba con reserva pero he dicho: 'Ésta es la mía, tengo que ir fuerte'. He intentado no ponerme muy tensa, relajarme un poco y no subir mucho la frecuencia", pormenorizó.
"Se trataba de no perder más de medio cuerpo porque si no luego era muy difícil recuperar. Y en la segunda parte de la prueba he ido adelantando a Adlington, a Lotte Friis y he dicho: 'Esto no me puede estar pasando. Pero qué pasa aquí. O yo me encuentro muy bien o las otras muy mal'
La medalla de plata se notaba mucho a la hora de nadar. Me ha dado mucha confianza y hoy he salido a intentar dar lo que podía. A ver si puedo dormir hoy, pero bueno, ahora toca disfrutar un poco de Londres porque todavía no he salido de la Villa. Sólo he hecho el trayecto piscina, comedor, autobús".
Mireia Belmonte, en el inicio de los 800 libre. (AFP)
"Se trataba de no perder más de medio cuerpo porque si no luego era muy difícil recuperar. Y en la segunda parte de la prueba he ido adelantando a Adlington, a Lotte Friis y he dicho: 'Esto no me puede estar pasando. Pero qué pasa aquí. O yo me encuentro muy bien o las otras muy mal'. Luego he intentado coger a la americana pero ya estaba muy lejos", explicó la doble medallista en Londres.
Antes de pisar el podio por segunda vez, la nadadora de Badalona explicó sus sensaciones previas a la carrera: "Ayer por la noche estuve tres horas en la cama así [abre los ojos al máximo]. Hasta las dos no pude dormirme. Hoy en la siesta era de una hora y me he dormido una más y ha sido un día estresante. La medalla de plata se notaba mucho a la hora de nadar. Me ha dado mucha confianza y hoy he salido a intentar dar lo que podía. A ver si puedo dormir hoy, pero bueno, ahora toca disfrutar un poco de Londres porque todavía no he salido de la Villa. Sólo he hecho el trayecto piscina, comedor, autobús".
"Hoy estoy súpera rara, porque me sale la risa pero no puedo llorar. Me gustaría estar más contenta, pero como no me lo creo, no sé cómo reaccionar. No estoy acostumbrada a esto", agregó.
"Esperemos que este sea el principio de la gran Mireia y en que en [en el Mundial de] Barcelona 2013 pueda hacer un gran papel. No me quiero poner límites, sólo disfrutar de lo que hago. Me falta el oro pero ahora quiero disfrutar de estas e irme de vacaciones porque me lo merezco".
"Mis padres están en Badalona. Mi madre estaba llorando otra vez y dice que se va a tirar en paracaídas conmigo", concluyó.
Antes de pisar el podio por segunda vez, la nadadora de Badalona explicó sus sensaciones previas a la carrera: "Ayer por la noche estuve tres horas en la cama así [abre los ojos al máximo]. Hasta las dos no pude dormirme. Hoy en la siesta era de una hora y me he dormido una más y ha sido un día estresante. La medalla de plata se notaba mucho a la hora de nadar. Me ha dado mucha confianza y hoy he salido a intentar dar lo que podía. A ver si puedo dormir hoy, pero bueno, ahora toca disfrutar un poco de Londres porque todavía no he salido de la Villa. Sólo he hecho el trayecto piscina, comedor, autobús".
"Hoy estoy súpera rara, porque me sale la risa pero no puedo llorar. Me gustaría estar más contenta, pero como no me lo creo, no sé cómo reaccionar. No estoy acostumbrada a esto", agregó.
"Esperemos que este sea el principio de la gran Mireia y en que en [en el Mundial de] Barcelona 2013 pueda hacer un gran papel. No me quiero poner límites, sólo disfrutar de lo que hago. Me falta el oro pero ahora quiero disfrutar de estas e irme de vacaciones porque me lo merezco".
"Mis padres están en Badalona. Mi madre estaba llorando otra vez y dice que se va a tirar en paracaídas conmigo", concluyó.
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