MONSEÑOR MUNILLA
Con motivo de la festividad de San
Ignacio, se celebró este miércoles en la basílica de Loyola
una misa oficiada por el obispo de San Sebastián, José Ignacio
Munilla, quien glosó el carácter que tiene el santuario como "lugar
entrañable", "auténtico corazón" de la diócesis y su enclave "con más eco
universal".
El obispo recordó la máxima de San Ignacio, en todo amar y servir: "El amor, el auténtico amor, no es el romántico, sino que es el que se traduce de forma inmediata en ‘servicio’. Como San Ignacio gustaba decir: ´El amor se manifiesta más en las obras que en las palabras. ‘Amar y servir’ es un binomio inseparable: Servir sin amar, es servilismo. Amar sin servir, es mero romanticismo".
Luego monseñor Munilla recordó "la grave situación que padecen muchos sectores de nuestra sociedad por causa de la crisis económica", que "cuestiona los fundamentos en los que hemos basado nuestro desarrollo".
Apuntó a una causa última: "En la medida en que Occidente ha ido perdiendo sus raíces cristianas, progresivamente ha invertido sus valores, colocando el ‘tener’ por encima del ‘ser’. Éste ha sido el motivo último por el que ahora nuestra sociedad se encuentra al borde de la quiebra".
Pero no se trata sólo de mirar "hacia arriba, pensando que la situación presente es sólo responsabilidad de quienes han llevado las riendas de la economía. Es obvio que estamos ante un pecado del que todos hemos sido cómplices", lamentó: "También nosotros hemos comprado lo que no necesitábamos, pagando con un dinero que no teníamos, construyendo un modelo de sociedad contraria a los valores del Reino de Dios. Tenemos que reconocer que hasta en los niveles más populares se le había otorgado carta de ciudadanía al fraude fiscal. Sisar a Hacienda parecía estar fuera del campo moral". "las políticas de ahorro se nos imponen de forma imperiosa; y pecan de hipocresía quienes se resisten a reconocer esta realidad"
GRACIAS, POR ESTAS VERDADES, QUE COLOCAN EN SU SITIO LA REALIDAD.
El obispo recordó la máxima de San Ignacio, en todo amar y servir: "El amor, el auténtico amor, no es el romántico, sino que es el que se traduce de forma inmediata en ‘servicio’. Como San Ignacio gustaba decir: ´El amor se manifiesta más en las obras que en las palabras. ‘Amar y servir’ es un binomio inseparable: Servir sin amar, es servilismo. Amar sin servir, es mero romanticismo".
Luego monseñor Munilla recordó "la grave situación que padecen muchos sectores de nuestra sociedad por causa de la crisis económica", que "cuestiona los fundamentos en los que hemos basado nuestro desarrollo".
Apuntó a una causa última: "En la medida en que Occidente ha ido perdiendo sus raíces cristianas, progresivamente ha invertido sus valores, colocando el ‘tener’ por encima del ‘ser’. Éste ha sido el motivo último por el que ahora nuestra sociedad se encuentra al borde de la quiebra".
Pero no se trata sólo de mirar "hacia arriba, pensando que la situación presente es sólo responsabilidad de quienes han llevado las riendas de la economía. Es obvio que estamos ante un pecado del que todos hemos sido cómplices", lamentó: "También nosotros hemos comprado lo que no necesitábamos, pagando con un dinero que no teníamos, construyendo un modelo de sociedad contraria a los valores del Reino de Dios. Tenemos que reconocer que hasta en los niveles más populares se le había otorgado carta de ciudadanía al fraude fiscal. Sisar a Hacienda parecía estar fuera del campo moral". "las políticas de ahorro se nos imponen de forma imperiosa; y pecan de hipocresía quienes se resisten a reconocer esta realidad"
GRACIAS, POR ESTAS VERDADES, QUE COLOCAN EN SU SITIO LA REALIDAD.
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