DAR SEGURIDAD EN LOS EXÁMENES....SUPERAR LA ANSIEDAD

Da  igual  la  edad  que  tengan,  porque  el  hecho  de  hacer  exámenes  provocan  una  actitud  que  hay  que  saber  estar  cerca  para  dar  seguridad,  y  apaciguar  esa  ansiedad.

La reacción más habitual ante los exámenes es un cierto nivel de estrés generado por una situación en la que hay factores que no se pueden controlar y cuyo resultado es importante. 
 El estrés moderado es positivo, ya que predispone al cerebro a actuar. Sin embargo, cuando esta circunstancia deriva en un cuadro de ansiedad hay que estar preparados para superar la ansiedad en los exámenes.

 Se caracteriza por una inquietud o temor que experimentan los alumnos antes, durante o después de un examen (escrito u oral) por miedo o preocupación a fracasar y suspenderlo. Este trastorno fóbico se presenta con bastante frecuencia en la población estudiantil. Es uno de los trastornos infanto-juveniles más incapacitantes que existen. Su acción problemática interfiere perturbando los ámbitos: personal, educativo, familiar y social. Durante muchos años se ha considerado leve y de escasa significancia, pero tras su investigación clínica se ha puesto de manifiesto su grado de malestar y deterioro asociado". 

Aunque un cierto grado de "nervios" es normal cuando un adolescente está de exámenes, conviene disparar la alerta ante frases del tipo: "No puedo, es imposible, voy a suspender", "Siempre me quedo en blanco", "Me lo sabía, al salir me acuerdo de todo, pero cuando tengo el examen (o al profesor) delante es como si no supiera nada". Manos siempre sudadas, pérdida de apetito o al contrario, un consumo excesivo de algún alimento concreto (generalmente dulces), alteraciones del sueño, aislamiento voluntario...

Los padres podemos cuidar esos días especialmente su alimentación con comidas sanas y de sus horas de sueño, ni muchas ni pocas, las justas. Podemos ayudarle con una programación del estudio, racionalizando el tiempo, escalonando el contenido y programando repasos. 

Potenciar los pensamientos positivos con mensajes de  los  padres,  que ayuden a recordar su valía y capacitación, que las notas no lo son todo, que la parte más fundamental de sus estudios es su trabajo diario.

Procurar  que  el  ambiente  familiar  sea  amable,  acogedor,  pacificador,  positivo,  de  comprensión  sin  amenazas  porque  se  descontrolan,  ayuda  en  lo  que  puedan  necesitar......

Y  siempre  demostrar  que  el  cariño  no  se  fue,  por  el  resultado  de  esos  exámenes  poco  satisfactorios.  Ahí  estamos.......