ESTRELLA DE LOS MARES
Cada 16 de julio, la gente del mar festeja con pasión y devoción a su patrona. La actividad y los nervios comienzan ya el día anterior, engalanando los barcos con banderas y cintas de colores.
Una fiesta que rinde honores a la ‘Stella Maris’ que se apareció a los cruzados en Tierra Santa para que volviesen sanos a Europa tras navegar el Mediterráneo. Unos marineros que, al no existir la tecnología actual, precisaban de la ayuda de las estrellas para orientarse y arribar a puerto sin complicaciones.
Pronto en los barcos españoles se comenzaron a ver imágenes de la Virgen a la que los marineros pedían amparo cuando emprendían rumbo a la mar. A más de uno –sea marino o no– le hierve la sangre cada vez que suenan los acordes de la Salve Marinera. Un canto a Nuestra Señora del Carmen cuyos versos forman parte de “El Molinero de Subiza”, una zarzuela estrenada en Madrid el 21 de diciembre de 1870 cuya letra fue escrita por el gaditano Luis de Eguílaz y a la cual puso música el pacense Cristóbal Oudrid y Segura. Pero, ¿cómo llegó a convertirse este extracto de zarzuela en una oración que han cantado varias generaciones de españoles y que hoy es casi un himno para la Armada de nuestro país?
Salve, estrella de los mares,
de los mares iris de eterna ventura
salve fénix de hermosura
madre del Divino Amor.
de los mares iris de eterna ventura
salve fénix de hermosura
madre del Divino Amor.
De tu pueblo a los pesares
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta Tí, hasta Tí nuestro clamor.
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta Tí, hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Salve, estrella de los mares
Salve estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Tí y hasta Tí nuestro clamor.
Salve estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Tí y hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
La respuesta se encuentra en la localidad gallega de Ferrol, donde se estrenó la obra zarzuelera en 1872. Aquel día, unos guardiamarinas de la Escuela Naval Flotante Asturias –fragata fondeada en el puerto ferrolano de La Graña– decidieron ir al teatro y quedaron maravillados al ver cómo en la escena XIV de esta zarzuela se cantaba aquello de “Salve Estrella de los cielos”. Al día siguiente decidieron que se cantaría siempre después de la misa en el buque. Pronto esta costumbre se extendió a toda la Armada.
Un recuerdo especial a las gentes del mar, que trabajan en silencio, y algunos de ellos se dejan la vida en esa labor.
Pero si profundizáis un poco más.....siempre es la Virgen quien acompaña nuestras fiestas, porque es Madre!!!!!
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