NUESTROS ESPACIOS PERSONALES.....


Las personas nacemos y nos desarrollamos en escenarios sociales. Necesitamos de estos vínculos diarios con nuestra familia y amigos para subsistir, para delimitar lo que somos y también para establecer proyectos de vidaPero al igual que nos movemos en esta sociabilidad continua, las personas necesitamos también alimentar nuestra intimidad.
Para ello, es necesario disponer de un espacio propio, de una habitación propia . La privacidad es esencial para obtener un refugio emocional donde pensar, donde envolvernos en nuestra introspección y reflexionar sobre nuestra realidad y sobre nosotros mismos.  Momentos  de  quedarnos  a  solas.....



Está claro que en ocasiones, es primordial tener que dedicarnos a los demás, pero es una certeza que muchas personas entregan sin saberlo, todo su aliento, esfuerzo, y tiempo a los demás (hijos, parejas, amistades…e incluso el trabajo), estableciendo una dependencia absoluta. Dejan de tener un espacio propio, hasta en sus pensamientos. Desdibujándose poco a poco.En nuestra vida existen épocas de intenso trabajo o complejas relaciones con familiares y amigos. Instantes vitales en que por un momento, piensas que vives enteramente para los demás y nunca dispones de tiempo para ti mismo. Seguro que te ha pasado alguna vez…
El espacio propio es esa zona privada donde existe un límite con el exterior. Un palacio para nuestra mente y nuestras reflexiones, un espacio para nuestra intimidad. En estos límites tomaremos conciencia de nosotros mismos, definiendo cómo queremos relacionarnos con los demás. Es esencial que no nos invadan nuestro territorio y que nosotros, tampoco invadamos espacios ajenos.
Esta zona propia no es en absoluto una obligada desconexión del mundo ni una huida. Se trata solo de un espacio para conocernos, para ver el mundo desde una ventana y pensar sobre él,  y vernos a nosotros integrados en ese escenario. El espacio propio es esa zona donde nos encontramos frente a frente con nuestra intimidad.
En nuestra intimidad, en nuestro pequeño refugio es donde aprenderemos a reflexionar, a comunicarnos con nosotros mismos, a escucharnos, a entender nuestra coherencia, a reforzar nuestra autoestima y a conocernos mejor.
A veces, basta con un paseo al día para estar con nosotros mismos, en soledad. Una hora de silencio donde dejamos a un lado nuestras obligaciones y a la gente que nos envuelve. En ocasiones es un sofá, o una silla frente a una ventana. O incluso un papel en blanco donde volcar nuestros pensamientos.
Nuestro refugio no entiende de formas, sino de encuentros auténticos con nuestra parte más íntima.Por eso, puede ser cualquier lugar o cualquier momento.
A mi  ésto  antes  me  parecía...... diríamos  casi  egoísta;    al  pasar  el  tiempo  veo  que  es  super necesario  para  liberarnos  hasta  de  malos  aires  o  momentos  que  uno  necesita  su  intimidad... a su  estilo,  no  todos  somos  iguales  ni  colocamos  la  intimidad  en el  mismo  lugar....pero  que  es  bueno  hacerlo,  sí!!!!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

UNA ROSA EN EL LODO

DEJAR HUELLA