CANTAR A CORO ALELUYA.....
Daveed Goldman y Nobu Adilman comenzaron el proyecto “Choir! Choir! Choir!” a modo de reuniones espontáneas durante la semana, sin compromiso, para cantar a coro.
En esta ocasión, la reunión tuvo lugar en una antigua planta de generación de energía eléctrica, en Toronto, con el cantante y compositor, Rufus Wainwright, dirigiendo el coro, haciendo una versión de la que quizás sea la más querida de las canciones de Cohen ¡Aleluya!
Si quieres cantar, en español, aquí tienes la letra del tema:
He oído que existe un acorde secreto
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente
no le das mucha importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como
la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente
no le das mucha importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como
la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.
Aleluya…
Tu fe era fuerte, pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla
de su cocina.
Rompió tu trono,
y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla
de su cocina.
Rompió tu trono,
y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.
Aleluya…
Dices que tomé su nombre en vano.
No conozco siquiera su nombre.
Pero si lo hice, bueno, realmente, ¿qué significa para ti?
Hay un resplandor de luz
en cada palabra.
No importa la que hayas oído.
La sagrada o la rota. Aleluya.
No conozco siquiera su nombre.
Pero si lo hice, bueno, realmente, ¿qué significa para ti?
Hay un resplandor de luz
en cada palabra.
No importa la que hayas oído.
La sagrada o la rota. Aleluya.
Aleluya…
Hice lo mejor posible, no fue mucho.
No podía sentir, así que intenté tocar.
Dije la verdad, no te tomé el pelo.
Y aun así todo salió mal.
Permaneceré ante la oración del Señor,
sin nada en mi lengua más que el aleluya.
No podía sentir, así que intenté tocar.
Dije la verdad, no te tomé el pelo.
Y aun así todo salió mal.
Permaneceré ante la oración del Señor,
sin nada en mi lengua más que el aleluya.
Aleluya…