REVERSO DE LA MONEDA


Hasta hace pocos años, yo no era consciente de cómo las quejas emborronan la felicidad. Y, menos todavía, de la cantidad de quejas que se  sueltan a diario 
Comencé a fijarme en ello  y descubrí como una persona bastante “quejica”, rodeada de personas que también se quejaban bastante,  se  hace  un ambiente  enrarecido,  una  maraña  donde  parece  que  no  hay  salida  para  las  preocupaciones.


Las quejas nos ayudan a desahogarnos, nos conectan entre quienes nos quejamos de lo mismo y pueden ponernos en vías de encontrar soluciones.
Las quejas son una reacción muy humana cuando las cosas no se dan como esperamos, cuando se salen de lo habitual o cuando estamos más pendientes de lo que falta.
Pero  hay  que  ser positivos , es la decisión de mirar lo que sucede desde varias perspectivas. La decisión de buscar soluciones. La de crear un camino.
Las quejas  no  nos  ayudan  a  progresar,  son  piedras  que  nos  ponemos  en  el  camino,  además  de  crearnos  una  infelicidad,  al  no  ver  con  sentido  positivo  lo  que  nos  ocurre.
Razones para dejarse vencer o para pensar en negro puede que haya más. Aun así, a ti y a mí nos convence la idea de hacernos responsables de nuestras respectivas vidas y llevar el timón.
Como  se  suele  decir  "no  seamos  aguafiestas"  vence  poco  a  poco  esa  actitud,  porque  siempre  hay  cosas  buenas  y  positivas.

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