ESTRELLA DE BELÉN
Llegamos a la víspera del día Grande, Nochebuena, El Niño Dios que nace en un establo porque no hay posada que quiera recibirlo.....
Si sucediera hoy quizá podría ser lo mismo, no hay muchos corazones dispuestos a abrirse a abrazar a ese Niño, que es igual a abrazar nuestra Fe.
Una fe que es firme cuando nace una relación amistosa con el Señor.
Una fe que es autentica está confirmada con las buenas obras, de modo que la religión no sea sólo de rezos, ritos y tradiciones.
Necesitamos cultivar la fe con la Biblia, la oración y la práctica religiosa porque la fe es nuestro mejor apoyo en la crisis.
Necesitamos una fe grande en nosotros mismos, en Dios y en los demás. Una fe sin vacilaciones como lo quería Jesús: Marcos 11. 23.
Una fe que ilumina el amor con la fuerza de la confianza, ya que “el amor todo lo cree”. 1Cor 13, 7.
La FE es la fuerza de la vida y sin ella andamos a la deriva. Razón tenía Publio siro al decir: el que ha perdido la fe, ya no tiene más que perder.
¡Que bueno que cuidemos nuestra fe como se cuida un tesoro!
La Estrella es Cristo, el Niño Jesús, y su Luz es la que ha visto, la que ve, “el pueblo que habita en la tiniebla”.
“Gloria a Dios en el Cielo, y Paz a los hombres de buena voluntad”.Es el grito de los Angeles
Los ángeles despiertan a los pastores; y quieren seguir con su canto, para despertarnos a todos los hombres “de buena voluntad”.
Las noticias de guerras, de violencias, de escándalos, de injusticias, siguen llenando las primeras páginas de los periódicos, de las pantallas televisivas, etc., etc.
¿No hay ya hombres y mujeres de “buena voluntad”, dispuestos a acoger la Paz que el Niño Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, nos quiere dar? ¿Dispuestos a mirar un poco más allá de las luces de árboles, de calles, de escaparates, para ver la Luz y escuchar el canto, la llamada de los ángeles? Quizá nos olvidamos del “pecado”, de nuestra realidad de “pecadores”, y no queremos mirar.
Los ángeles siguen cantando, pero los hombres podemos taparnos los oídos para no oír; y preguntarnos, escépticos, qué estarán diciendo esos individuos allá en el cielo.
Y podemos seguir sin ver, asentados en la tiniebla de cada uno. Tantas personas quieren quitar sentido a la Navidad, y hasta rechazan preguntarse qué es verdaderamente la Navidad; a qué vienen esas reuniones de familias, esos regalos, ese deseo de quedar a bien con todas las amistades, esa añoranza del Paraíso que late en el corazón de tantas personas, en estos días navideños, aunque algunos se obstinen en no reconocerlo.
La “indiferencia ante Dios”, el olvido del “pecado”, el no querer ser “salvados”, el “temor” de “abrir el establo”, les lleva a vivir esas reuniones, los regalos, el querer renovar amistades y recuerdos, como cosa obligada que entra sencillamente en las costumbres de las personas educadas; y que al final se quedan en puro vacío, sin mayor sentido que un entretenimiento para conseguir “matar el tiempo”. ¿De verdad, lo consiguen? ¿Alcanzan a quemar el ansia de Luz, la nostalgia de Dios, latente en todo corazón humano?
En Navidad, el Niño Jesús se acerca tanto al hombre, le sonríe, le mira a los ojos, le pide amor, en la esperanza de “resucitarlo”.
Y no poseo mas que un viejo tambor.... cuando Dios me vio tocando ante El....me sonrió.
Así de fácil es nuestra amistad con Dios, poner el corazón y dejarse querer por El-
Mira a la estrella que ponemos encima del Belen....ella es la que nos guía, no andemos solitarios por la vida...aunque estemos rodeados de gente.
OS DESEO UNA FELIZ NAVIDAD
que la estrella ilumine nuestro camino